lunes, 8 de agosto de 2011

Mi cabeza está de mudanza


Pues eso, que mi cabeza anda de mudanza. Estoy cansada, triste, malhumorada, despistada, desmemoriada, atareada, insegura y sin ganas de escribir. Volver a trabajar no me ha sentado del todo bien. Todo sigue igual, es como si el tiempo se hubiera detenido. Y yo no quiero detenerme, no quiero que su estancamiento me envuelva de nuevo hasta axfisiar cualquier atisbo de progreso personal. No me refiero a grandes aspiraciones profesionales ni económicas. Es algo que va más allá. Quiero sentir que sigo aprendiendo algo nuevo, quiero sentir que aprenden conmigo y, sobre todo, quiero sentir que sigo sintiendo. No encajo entre robots.

Eso sí, no pienso quedarme de brazos cruzados contemplando cómo desperdicio mi día a día así que ya he empezado a meter en cajas algunas ideas irracionales y algunos temores que han resurgido. Cuando encuentre tiempo y energía las tiraré a la basura. No quiero reciclarlas.

1 comentario:

  1. Supongo que cuando una está en la inercia del día a día no es tan consciente de sus rutinas laborales y se deja llevar. Pero volver al curro después de tanto tiempo y recuperar la cotidianeidad de las relaciones y situaciones impuestas ... Uff ¡¡!! ÁNIMO ¡¡!!
    [Todos en pie gritamos: "TODOS TE QUEREMOS BRISA" - Aplausos de ánimo]
    ;-)

    ResponderEliminar