lunes, 28 de noviembre de 2016

Maremotos del destino

No había vuelto a tener ganas de expresar nada especial y ya daba casi por finalizada por completo la historia de este blog. No recordaba ni la contraseña para entrar...pero ha llegado un maremoto de los bonitos que me ha revuelto interiormente y me ha despertado las ganas de seguir.
Imagino que este parón de casi dos años es en realidad una buena señal. Mi nueva etapa trabajando como orientadora ha revolucionado tanto nuestra vida en sentido positivo que había que vivirlo, sin más. También ha sido un año y medio muy intenso, de mucho trabajo dentro y fuera del curro para intentar aprender a marchas aceleradas este nuevo e interesante oficio. He estado en tres institutos distintos. Aquí sólo me dio tiempo a contar, muy de refilón, mis vivencias en los dos primeros. Lo del tercer instituto fue el curso pasado entero. Un instituto al que tardaba exactamente 17 minutos en llegar en coche. Tenía 1300 alumnos, 123 profesores, 5 jefes de estudio, miles de problemas sociales y de todo tipo y...¡¡una sola orientadora novata!! A ese mamotreto de instituto se le sumó tener que preparar oposiciones. Resumen: estaba yo como para escribir en el blog. No tenía tiempo para sentir, sólo ejecutaba, ejecutaba, ejecutaba.... Ha sido un año caótico. Os he tenido abandonados a todos, pero también a mí misma. 
Y pasaron las oposiciones, había 16 plazas, quedé la 22. No tengo puntos suficientes, ni con un 10 hubiera sacado la plaza. Resumen: no ha servido de nada. Bueeeeeeeeno, vaaaaaaaale, ha servido para darme cuenta de que algún día lo conseguiré.
Y de nuevo tuvimos que enfrentarnos ÉL y yo a ese estresante momento en el que hay que solicitar vacantes para el próximo curso, ordenando las preferencias y haciendo cálculos y sabiendo que, tal y como estás en las listas, tú no tienes nada que elegir, tan sólo debes esperar a recoger lo que los de delante no quieran. Y es ese momento en el que de repente haces cálculos, conociendo datos de años anteriores y ves que tienes muuuuuuuuuchas posibilidades de que te manden al sitio más remoto de tu Comunidad, a hora y media en coche desde tu casa y por una carretera horrible. Y ÉL, que siempre está cuando tiene que estar, una vez más me transmitió tranquilidad y me hizo sentir que pasara lo que pasara nosotros cuatro íbamos a seguir juntos, fuera donde fuera. Si teníamos que mover todos los bártulos durante un curso, los movíamos. Hoy es nuestro aniversario, hace 23 años desde aquel primer beso. Más de media vida juntos y espero que nos quede otra media por compartir.
Y llegó el día de publicación de destinos y el temido destino lo pilló justo la de detrás de mí. Vamos, que lo he rozado. Y a mí me tocó....
Me tocó..... Ahora, 3 meses después, puedo asegurar que me tocó el mejor destino que jamás hubiera imaginado. Vosotros que sabéis lo que hay detrás...¿me imagináis yendo feliz a trabajar cada mañana a pesar de tardar 50 minutos de ida y 50 minutos de vuelta? 
Me ha tocado este centro porque el destino sigue en deuda conmigo. Merecía continuar mi camino con alguien como MAREMORI, mi nueva cómplice emocional. Una de las personas con más energía interior y más transparencia que he conocido. Y encima es guapa, que siempre se agradece :-)
Bueno, tenemos tanto trabajo las dos que no nos da tiempo a "conocernos oficialmente" pero ya nos conocemos, no me digáis muy bien por qué. Ya os la presentaré. Os va a encantar.
Hoy me he encontrado un ramo de flores en el despacho. Las flores son preciosas y me encantan pero la nota que las acompañaba era el auténtico regalo.
Lo he colocado entre los cuadros de la "pintora de las buenas emociones", que necesitaba un sitio especial.

Bienvenida a mi vida. De aquí no sales. Gracias.