miércoles, 26 de diciembre de 2012

Lo bonito de Brisa


Me paso la vida trabajando con los chicos la autoestima, buscando sus puntos fuertes, sus capacidades, intentando encontrar cualquier aspecto que los recuerde que, a pesar de sus limitaciones físicas e intelectuales, tienen mucho que aportar, son personas válidas, únicas, etc. “¿De verdad que soy guapo?” Y ahí me ves a mí buscando algo bonito dentro, fuera, arriba, abajo..., investigando cada rincón de su cuerpo y de su alma cual detective privado; navegando entre tanto garabato fisonómico, entre tanto desorden físico, deformidades, babas, movimientos involuntarios, caos psíquico, desorientación temporal, sonidos extraños... Y encontramos algo bonito siempre, porque el truco está en mirar bonito, sin más. Y si nos miran bonito, somos bonitos. Por eso tengo la esperanza de que los malos algún día se sientan feos, podridos, vacíos...porque somos muchas las personas que los miramos como se merecen; los miramos feos, porque lo son.
Y a mí me cuesta encontrarme lo bonito, siempre ando echando pulsos a mi autoestima, que no atraviesa por buenos momentos en el trabajo y acaba afectando a mi persona en global; no podemos dividirnos en piezas de puzzles,  somos el pack completo.  Y acabo buscando otros ojos que me miren bonito porque es un truco para sentirse bonita, aunque nada comparado con la propia mirada; cuando una a solas es capaz de mirarse con el mismo amor con el que mira a quien quiere.
Voy a hacerme una sesión de psicoterapia en toda regla. "A ver, Brisa, piensa en tus cualidades, piensa en tus puntos fuertes... Si no te sale solita, intenta pensar en cómo te ven los demás, que te resultará más sencillo"

Ejercicio Nº 1:

Cosas que sé que a los demás les parecen bonitas:

-          Mi lado cómico.
-          Mi ironía bien usada.
-          Mi empatía.
-          Mi capacidad de escucha.
-          Mi sensiblidad.
-          Mi locura controlada.
-          Mi blog.
-          Mi rebeldía.
-          Mi forma de llegar al corazoncito.
-          Mi ética.
-          Mi responsabilidad.
-          Mi papel de madre.
-          Mi capacidad de superación.

Podría seguir, ¿eh?, pero no quiero abusar.

Gracias por vuestra mirada. Os invito a que hagáis vosotros también el ejercicio. Yo os veo bonitos, por eso estáis aquí.


lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Raridad

Es rara esta época como ella sola. El otro día ELLA me preguntó: "Mamá, ¿quién ha decidido que Nochebuena sea el 24 de Diciembre?" Podían contárselo en clase de religión, ¿no?  Y yo toda "rara" explicándole que celebramos el nacimiento del niño Jesús.., que nació un 25 de Diciembre. La siguiente pregunta lógica sería preguntar por qué no celebramos los cumpleaños de todos los niños del mundo iluminando las calles, haciéndonos regalos, cenando hasta reventar...Pero no preguntó más y yo lo agradecí, porque una madre que sigue teniendo preguntas para todo no puede dar respuestas para todo.
Una de estas tardes estábamos paseando por la ciudad, disfrutando de las luces y del "ambientillo happy navideño" y ELLA señaló a una niña y me dijo: "Mamá, esa niña es pobre". La niña acompañaba a una señora que estaba pidiendo. Menos mal que no me hizo preguntas sobre la pobreza, sobre el hambre en el mundo y sobre las guerras y esas cosas tan abstractas de las que nos hablaban a veces en el cole y que con los años se convierte en algo concreto, tangible.
ELLA, por favor, no me preguntes por qué hay niños a los que esta noche el majete de Papá Noel les va a traer 50 regalos inútiles y a otros, que se han portado igual de bien o mejor, no les va a traer nada. No me preguntes por qué a esa compañera tuya de clase que siempre está diciendo mentiras le va a traer más regalos que a ti, que eres una niña que se porta bien y con una bondad que no cabe en el planeta.

El otro día se le cayó su primer diente y el  "Ratoncito Pérez" le trajo chuches (para que el resto de dientes se le caigan también). Cuando pienso que se cree que un ratoncito le ha dejado el regalo bajo la almohada me doy cuenta de lo que es la INOCENCIA con mayúsculas y entonces paro de hacerme preguntas e intento dejarme llevar por la inercia para no privarle de vivir intensamente su Navidad, por muy Raridad que me parezca a mí.

No os deseo que todos vuestros sueños se hagan realidad porque me parece tan cursi y tan "frasecita hecha", que me repatea. Os deseo que sigáis deseando, que ya es bastante. 

Yo tengo también una pregunta para mi madre: "Mamá, ¿quién decidió que te murieras el 24 de Diciembre?"
Y mi madre podía haber preguntado a mi abuela: "Mamá, ¿quién decidió que nacieras el 24 de Diciembre?"

Que se pase rapidito el 24.....que cualquier otro día tengo cosas más bonitas que contar.

martes, 18 de diciembre de 2012

ÉL


Hablo muy poco de Él. Y seguiré hablando poco.

Le quiero.

Ya está.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Récord de ELLITA

Esta niña mía pequeña ya he dicho alguna vez que lo hace todo a lo grande. Nació grande, llora a lo grande, se ríe sin medida, grita hasta dejarnos sordos, habla a lo grande desde muy pequeñita, imita a lo grande, trastea a lo grande...Es bonita a lo grande, cariñosa, bruja, achuchable, preciosa, guapa, linda, traviesa, despierta.... Ha llenado la casa de vida, de ruido del bonito y creo que ELLA es más feliz, abierta y atrevida desde que tiene a su hermanota. Es tan bonito verlas juntas que me cuesta creer que no es un sueño (ya sabéis, el miedo a lo bonito...).
Hay una parte negativa en todo esto. También se pone malita a lo grande, de manera escandalosa. Hemos ido superando etapas y este año no ha tenido ningún ingreso hospitalario, yuhuuuuuuu!! Eso sí, ha habido visitas a urgencias y han sido muy frecuentes las citas con su pediatra; sigue teniendo el tema respiratorio un poco tocadillo y suele tener laringitis que le duran siglos (sólo son semanas pero se hace taaaaan largo). Y, según su pediatra, es "una esponja", vamos que pilla cualquier virus que pase por ahí.
El martes pasamos las dos una interminable tarde en urgencias. No quiero contarlo todo porque da una pereza, pufff. Resumo: llegó a alcanzar 41.8 de fiebre estando allí. Sí, habéis leído bien. Yo eso no lo había oído en la vida y no será porque en esta casa no estamos acostumbrados a las fiebres altas.... Le bajó rápido y está mejor, parece que fue un "pico febril" aislado. Un pico no, una cumbre borrascosa. Todavía no me he recuperado del susto; las piernas temblando, sentí algo parecido a una crisis silenciosa de pánico, miedo indescriptible a que no se controlara y pudiera sufrir algún daño irreparable...Vivo tan de cerca diariamente el resultado de la falta de salud en niños pequeños que confieso que estoy completamente traumatizada, joder (Sí, he escrito joder, joder, joder, joder, hasta el infinito, en mayúsculas, JODER, gritando, sin ninguna educación). 

ELLITA, cariño, ya sé que no depende de ti pero a ver si conseguimos un récord bonito, ¿vale? El récord de días, semanas, meses...encontrándote bien. ¿Lo intentamos?

Ahora estamos pendientes de la operación de ELLA de vegetaciones y amígdalas...Y ya estoy también muerta de miedo por la anestesia. Que esto no se le puede hacer a un madre hipocondríaca, que vais a acabar conmigo :-)
Sé que sólo necesitamos tiempo y que algún día recordaremos esto como algo lejano...
Ahora mismo, el mejor sueño que puedo imaginar es que mis hijas se pongan malitas "lo normal".  No pido milagros, sólo pido que se atenúe un poco el tema. ¿Es mucho pedir? 
Pero..¿a quién se lo pido? Esto me pasa por creer tan poco en nada.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Miedo a lo bonito



Hace tiempo ya escribí sobre algo así. Creo que lo hice en el foro en el que participaba. Me refiero a ese miedo a ser feliz que tienen (tenemos) algunas personas. El vértigo que se siente cuando la vida va más o menos bien, o cuando te dan una buena- BUENÍSIMA- noticia…Brrrrrrrrr, esa pegajosa  amenaza del pasado que se comporta cual terrorista encapuchado  disparando por la espalda. “¿Y si algo sale mal? No me puedo creer que algo tan bueno me esté pasando a mí”.  Es algo más que un carácter innato, creo que está alimentado de una larga historia de finales tristes, de caminos llenos de complicaciones, de darse cabezazos contra muros de hormigón…
Yo estoy convencida de que nací para ser feliz -me lo noto en la cara y en las ganas que tengo a veces de hacer payasadas-,  pero algo se torció por el camino y ahora soy una constante becaria de la felicidad, siempre intentando aprender cómo serlo…
Tengo una AMIGA a la que le está empezando a pasar algo BONITO y muuuuuuuuuuuy esperado, pero noto que está reprimiendo la felicidad “por si acaso algo sale mal”. Me recuerda tanto a mí que me desespera J; eso de ver que alguien a quien quieres es tan tonta como tú da rabia, ¿verdad? Se merece disfrutar a tope esta etapa,  compartirla con certeza, gritarla a los cuatro vientos, contar sus cosillas… y está frenándose, siendo excesivamente discreta  y sin despegarse del inseparable “si sale todo bien”. Y está feliz, que a mí no me engaña, que está como loca,  pero podía estarlo todavía más y, puestos a ser tacaños emocionalmente, mejor racaneamos con lo negativo, ¿no?
Y esta vez no voy a caer en dejarme llevar también yo por el miedo. Esta vez he llorado de alegría con su noticia, he planeado un próximo año lleno de buenos momentos compartidos, he pensado que nuestras últimas conversaciones por WhatsApp (sí, sigo con fobia al teléfono y sí, parezco adolescente) forman parte de lo más bonito que me ha pasado este 2012 (A ver si pienso otro día en todo lo bonito de este año...).  
Querida “melliza de residencia”,  “al fin está saliendo todo bien y va a seguir saliendo bien”.
Nuestro  DNI también está en el bombo de las cosas buenas .