martes, 29 de noviembre de 2011

Celebraciones varias


Hemos estado celebrando los colores del otoño en una casa rural. Éramos seis adultos, tres niños y tres bebés. Me ha encantado ver a ELLA desenvolverse con el resto de una manera tan adulta. Ha disfrutado de la naturaleza, lo lleva en los genes. Recuerdo de pequeña las caminatas por el monte, no me cansaba nunca, podía andar y andar sin parar, mientras buscaba hojas, palos, piedras, bichos... Mi pueblo tiene un entorno privilegiado para ese tipo de aventuras infantiles y ese contacto con la montaña y el mar al mismo tiempo llenan de energía de la buena a cualquiera. Veo que ELLA también disfruta así y me encanta.
ELLITA ha celebrado de esta manera tan especial la llegada de su 9º mes. Está protestona, graciosa, grandota, risueña...y sana! No hemos vuelto a tener ningún susto, parece que va madurando el tema respiratorio.
Y nuestra relación, la de ÉL y la de YO, ha cumplido ayer su mayoría de edad. Llevamos 18 años juntos, prácticamente la mitad de nuestra vida. Ya podemos conducir cada uno por separado y a la vez seguir viajando juntos.
Hemos vivido de todo; bueno, malo, regular, feo y bonito...
Hay algo que hoy tengo claro: quiero envejecer junto a ÉL. Y si podemos morirnos juntos, a la vez, mejor que mejor.

martes, 22 de noviembre de 2011

Lo bonito de mi padre


Llevo días rebuscando entre las basuras de mi memoria, como una indigente sentimental que necesita alimentarse de recuerdos familiares. Ser madre me ha reactivado ser hija .



"Tengo que encontrar algo bonito de mi padre", me repito una y otra vez. "Tiene que haber algo bonito, tiene que haber algo que merezca la pena..." Imagino que el 20 N me le ha traído de nuevo a la memoria. Murió en fecha simbólica; otro adiós, otro dictador..

Lo primero que encuentro es lo feo y no puedo tirarlo...Quiero hacerlo pero siempre acabo reciclándolo.


Y mientras todo esto pulula por mi cabeza ELLA y ÉL juegan o meriendan o ven juntos una peli,.... Y casi siento envidia de ELLA, de mi hija, por tener un padre al que no teme, al que quiere y admira. Me gusta mucho mirarlos. Y, ahora que no me lee ÉL, confieso que disfruto incluso cuando ELLA le desobedece; celebro que se atreva a hacerlo (eso sí, a mí que me obedezca, eh?, jaja).

Recuerdo la mirada azul intensa de mi padre. Recuerdo aquella mirada amenazante mientras yo estaba paralizada en mitad de nuestro infinito pasillo y el pis incontrolable se deslizaba por mis piernas. Cuando me miraba para reñirme yo me hacía pis encima. En realidad no necesitaba reñirme siquiera, entendía perfectamente el significado de su "pedagógica" comunicación no verbal. Eso es morirse de miedo, no?


Vamos a ver, rubiales, ¿no estabas buscando lo bueno? Mmm, voy a intentarlo...


Cuando la mirada estaba tranquila el azul era bonito.
Hacía muebles muy chulos, originales. Era un tipo creativo.
Se desmayó en la sala de espera mientras a mí me operaban de las amígdalas a los 6 años (¿esto es bueno? Ahh, debe ser que yo interpreté que le pasó eso porque me quería).
Me enseñó a ponerme y a quitarme los jerseis.
Me regaló a la familia Telerín de madera, hecha por él.
Me transmitió el amor por los animales.

Me traía del taller lapiceros gigantes.

Puso la semillita que me ha traído hasta aquí y me regaló algún gen bueno que él no usaba y reservó para mí :-)


Bueno, no está tan mal, no? Es que no encuentro nada más. Hasta aquí llegó mi esfuerzo terapéutico de hoy.


Es todo tan lejano ya que ni siquiera sé cómo sigo recordándolo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Se ríen de mí.


"Si tu nómina es superior a 2500 euros...te llevas un cheque de 200 euros adicional, canjeable por productos de nuestro mega banco"
Me mandan este tipo de cartas a casa. A mí, me lo mandan a mí. Se ríen de mí. Se ríen de mí y de millones de personas. Me cuentan que si ganara más dinero me harían regalitos pero como soy una cutre no merezco ni cheques ni nada.
Y nadie me regala cestas de Navidad, ni relojes de publicidad, ni entradas gratis para el fútbol o el teatro, ni trajes, ni me invitan a cenar...
Y luego está la frase popularmente extendida durante los últimos meses: "El que tiene trabajo no tiene derecho a quejarse, al menos tiene trabajo". Deberían regalarnos un esparadrapo de "todo a un euro" al domiciliar nuestra nómina para ponérnoslo en la boca y no objetar nada.
¿Cómo es posible que soportemos tantas desigualdades sociales? ¿Lo normal no es indignarse? Hay gente perdiéndolo todo y gente que no tiene nada que perder porque no tiene nada.
Y luego recibo propaganda electoral. Y me cuentan cómo van a arreglar la crisis los que nos han llevado a la crisis. Se ríen de mí. Se ríen de casi todos.
Somos unos borregos, tragamos con lo que nos echen. Bueno, rectifico, soy una borrega.