martes, 25 de enero de 2011

"Miss Tonta"


De pequeñas las niñas de mi época (o de mi cole al menos) jugábamos a imaginarnos a qué años nos íbamos a casar, cuántos hijos íbamos a tener,…. Doblábamos estratégicamente un papel, pintábamos sus distintas caras, poníamos mensajes debajo de cada esquinita, metíamos los dedos pulgar e índice ¡¡y a contar!! Así comprobábamos si había suerte o no con nuestro futuro. Te podía tocar que ibas a quedarte soltera o viuda, eso era terrible. Sobre todo en mi caso, que cuando empecé a jugar no entendía bien qué era eso de ser viuda y me parecía que era ser muy vieja y tener muchas arrugas y encima sin haberte casado ni nada. Realmente “los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”. ¿Alguien se imagina a un niño de 8 años preocupado por si se queda viudo? Lo mejor era que te tocara que ibas a ser princesa e ibas a tener muuuuchos hijos. También podías poner el nombre de todos los niños que te gustaban y te tocaba casarte con uno de ellos. A veces, para darle más emoción, poníamos de manera cruel el nombre de algún niño que nos parecía feo y era como una ruleta rusa, te arriesgabas a casarte con él y tener hijos que se le parecieranl!! En aquellos años en mi vida no existía ÉL, que mientras yo pronosticaba mi destino jugaba a lanzar bolas de nieve a bastantes kilómetros, así que obviamente no estaba en mi lista, pero he tenido suerte y me ha tocado guapo.

Ahora que lo pienso…¡pobres ingenuas! En los papelitos de colores no ponía nada sobre quién se iba a ocupar de las labores domésticas (claro, si eres princesa no te hace falta pensar en eso), ni cómo iban a ser los dolores del parto, ni la recuperación posterior, ni de lo complicada que es a veces la convivencia, la dificultad para educar a las fierecillas, conciliar trabajo y familia, aprender a respetar las diferencias personales y de género, etc.

La otra noche una buena AMIGA me contaba que, por varios motivos y en distintas esferas de su vida, llevaba unos días sintiéndose “Miss Tonta”, como si la hubieran puesto la cinta bordada y la corona. Y ella, que es chica lista, iba a abdicar rápidamente. Me pareció graciosa la metáfora y a la vez me hizo pensar. Todas hemos sentido alguna vez el peso de ese reinado, ¿o no? Quizá estoy generalizando. Ojalá el mundo esté lleno de chicas con la banda de "miss lista".

Un día de estos voy a intentar recordar cómo se hacía el juego ese. Lo haré cuando ELLA no me vea, prefiero que siga jugando a hacer puzzles, que es bastante más parecido a lo que se va a encontrar en la vida; un continuo encaje de piezas donde siempre falta o sobra alguna.
No tengo claro qué opciones poner debajo de cada solapa del papel pero voy a hacer trampa y las voy a escribir todas positivas. Necesito pensar que me espera un futuro de colorines, aunque sólo sea una fantasía.

Mañana cumplimos 36 semanas de embarazo. De momento, el futuro más próximo se presenta muy esperanzador. Hoy me siento “miss embarazada de bebé sonriente”.

1 comentario:

  1. Yo también jugaba a eso... ¡me ves a mi como uan pricensa! Ni entonces ni ahora me lo creía :-) En fin... Me ha gustado recordarlo y la manera en que lo has contado. besostes. ¿Pronto ya, no?

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