jueves, 10 de octubre de 2013

Azul, de Krzysztof Kieślowski.

Sólo la he visto una vez. Su banda sonora la he escuchado muchas veces, aunque hace ya años que no he vuelto a hacerlo. Creo que se merece un espacio en lo bonito de mi vida porque es un referente para mí. No podría volver a verla, al menos no por ahora, y escucharla tampoco me viene muy bien. Me arrastra demasiado a las cavernas del recuerdo. Nunca me ha llegado tanto una película. Mejor escena: Juliette Binoche deslizando su puño cerrado por una pared, muerta de dolor.
Ahora necesito ver películas de ciencia ficción o de mucha acción, donde nada es demasiado creíble,  sin grandes historias personales ni dosis dramáticas o si hay drama es tan surrealista que no hay quien empatice. Y me gustan los matones, los tipos duros, super musculados,  que siempre salen ilesos peleen con quien peleen, aunque estén atados de pies y manos y sus enemigos sean cincuenta y armados. Ellos pueden con todo. Y esas pedazo mujeres valientes y espectaculares que disparan con precisión y rompen por completo con los roles de género establecidos y roban bancos, etc.. Mis heroínas!!
No quiero grandes diálogos que lleguen al corazoncito o que me hagan reflexionar lo más mínimo. No quiero bandas sonoras espectaculares ni obras de arte de ningún tipo. No quiero aprender nada. No quiero llorar. Quiero mucha violencia. Quiero que ellos suelten por mí la agresividad que tengo que contener a diario. Quiero que me entretegan, sin más. Quiero conseguir ver una película sin quedarme dormida. Es mi reto. 


La vida son etapas. Y yo ahora estoy en stand by..

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