jueves, 26 de mayo de 2011

"El país de las cremalleras"


El viernes pasado fui profe por una tarde. Hace unos meses, estando embarazada de ELLITA, pidieron voluntarios/as en el cole para hacer alguna actividad. Y yo, que tengo taaaaaaanto tiempo libre me ofrecí. Les conté un cuento que hace tiempo escribí junto con una compañera de trabajo. Es una historia sencilla que intenta familiarizar a los pequeños con la discapacidad de otros niños, fomentando el respeto de las diferencias y dando trucos para relacionarse con personas que se comunican de una manera distinta a la habitual. La historia cuenta cómo Lola, tras adentrarse en el bosque buscando a su extraviado perrito, llega a “El país de las cremalleras” guiada por un duendecillo. En ese país hay muchos niños y niñas jugando pero ninguno puede hablar porque tienen en la boca una cremallera , así que tienen que comunicarse mediante gestos. Lola aprende a hablar con ellos y le ayudan a encontrar a su perro.

Preparé cremalleras para todos coloreando unos depresores y también un minilibrito para cada uno con actividades relacionadas con la historieta. ELLA me ayudó a pintar su cremallera en casa y estuvo nerviosa toda la semana anhelando que llegara el viernes y su mami fuera a clase. Pasé una tarde muy divertida. Los niños siempre te hacen reír con sus ocurrencias. Les pregunté: “¿Habéis estado alguna vez en el país de las cremalleras?” “¿Os gustaría que viajáramos ahora?" Una niña, ante el asombro de sus compañeros, aseguró que ella ya había estado en ese lugar y otra me dijo que su mamá no la dejaba irse a otros sitios sin ella así que no podía ir a ese país.

ELLITA hoy ha cumplido 3 meses. Si le pusiéramos una cremallera en la boca sería en forma de sonrisa. Es un bebé sonriente y feliz.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Soy vieja?


Ha sido mi cumple. He cumplido 38 años. He estado pensando en lo que ha dado de sí este tiempo, ¡madre mía! He vivido tantos acontecimientos estresantes y tantas pérdidas importantes ya, que debo tener unos 65 años de “edad sufridora”, así que ya es hora de jubilarme, ¿no? (ah!, no, que debería haber sufrido dos años más).
La mayoría de la gente de mi edad empieza ahora a sentir de cerca lo duro que es ver envejecer a sus padres, cómo poco a poco se va cambiando el rol y se pasa de ser cuidado a ser cuidador… Es una etapa dura pero imagino que uno se va preparando poco a poco porque encaja en la llamada “ley de vida”. En mi vida pasada no ha habido leyes que valgan, ni preámbulos, ni treguas...

Creo que el hecho de haber vivido de una manera tan prematura y caótica estos temas ha hecho que a veces me sienta vieja, muy vieja, como si me quedara poquito de vida. Y tengo miedo a no vivir, a no estrujar cada instante como si fuera el último. ¿Por qué me ha tocado a mí sobrevivir?
Escucho a menudo a la gente hablar sobre lo bonita que ha sido su infancia, “lo felices que éramos de pequeños”….y yo me encojo en silencio. No fui feliz. Es injusto que te roben la infancia. Y ahora que a menudo soy un poco feliz he pensado que, para compensarme, deberían añadirme algún año más de vida. Con un poco de suerte, si existe justicia vital, llego a los 100 años en plena forma.

La otra noche, cuando le conté a ELLA el cuento nocturno, en concreto “La liebre y la tortuga”,¡ ¡la vi tan feliz!….Pensé que ojalá que en un futuro pueda comentar : “¡Qué bonita fue mi infancia!”.

Y no, no soy vieja. Alguien que acaba de generar una nueva vida es cualquier cosa menos vieja. (En realidad, ¿qué es ser "viejo"?)

Creo que he sobrevivido porque tenía una misión. Y la estoy cumpliendo.

martes, 10 de mayo de 2011

El semáforo rojo


Este mediodía venía conduciendo hacia casa, escuchando a Pablo Alborán: "Regálame tu risa, enséñame a volar...y túuuuuu, y túuuuuuuu...y solamente túuuuu, haces que mi cielo vuelva a tener ese azul....pintas de colores mis mañanas sólo tú..." Es un día cualquiera; me mata el dolor de espalda, he dormido a cachitos, sigo viéndome muy gorda, me cansa conducir, he hecho la odiosa compra...pero una simple melodía ha accionado esa puerta de mi alma que de vez en cuando se queda abierta de par en par y refresca todas mis emociones.
Asocio esa canción con ELLITA (mi niña pequeña, mi nueva cosa bonita), que dormía como una angelita (¿los ángeles tienen sexo?)... De repente he notado que era inmensamente feliz. Al menos lo era en ese instante, parada frente a un semáforo en rojo. No quería que se pusiera en verde, al contrario de lo que es habitual, hubiera estado ahí sin inmutarme durante horas...
¿Y si me pellizco para comprobar si mi vida actual es real? ¿Por qué sigo con tanto miedo a que mis sueños se conviertan en pesadillas? ¿Para qué me voy a pellizcar? ¡Y qué más da si lo que vivo ahora es sueño o realidad! Sea lo que sea, que nada ni nadie me despierte, por favor. Quiero dejar de tener miedo a ser feliz.
El semáforo se ha puesto en verde. Seguiré...

domingo, 1 de mayo de 2011

Incongruencias y pecados

Hemos bautizado a ELLITA en la noche de vigilia pascual en una basílica preciosa de la ciudad de ÉL. Hace cuatro años vivimos el mismo rito con ELLA. ELLITA aguantó toda la ceremonia, desde las 23:00 a la 1:00 de la mañana, no lloró ni siquiera cuando le echaron el agua por la cabeza. Una campeona. Y ELLA igual. Yo tampoco lloré pero hubo un momento en el que me aguanté.



El cura, en una charla previa, nos dijo que no era coherente bautizar a una hija cuando nosotros no estamos casados por la Iglesia. No le quito razón en lo de la falta de coherencia. Soy consciente de que visto desde fuera no tiene mucho sentido, pero quien piense, sienta y actúe siempre de manera coherente “que tire la primera piedra”. Para mí este bautizo ha sido, entre otras cosas, un merecido y libre regalo que hemos hecho a la madre de ÉL.
Para rematar nuestra desfachatez, los padrinos elegidos tampoco están casados por la Iglesia. ¿Se puede ser peores personas? Como él mismo dijo: “¿Estamos capacitados para educar en la fe a nuestra hija viviendo en pecado públicamente?” “¿Cómo le vamos a explicar a nuestras hijas cuando crezcan que somos unos pecadores?” Y yo me pregunto: "¿Cómo le va a explicar él a sus superiores que ha permitido semejante herejía?"
Guardé silencio por respeto a mi suegra, que es su amiga, y porque no me parecía oportuno exponer mi opinión en ese contexto. Nadie me manda a mí meterme en estos líos así que si lo hago creo que tengo que “aceptar” lo que me digan. Pensé tantas cosas mientras le miraba…
La Iglesia Católica ha sido siempre taaaaaaaan coherente a lo largo de la historia. Y sigue siéndolo. He ido a muchas bodas por la Iglesia. Los novios necesitaban un mapa para reconocer dónde se situaba el altar porque la última vez que pisaron una iglesia fue en su primera comunión (acto que para un niño o una niña no es más que una ocasión para disfrazarse y recibir un montón de regalos materiales). Pero no pasa nada, la Iglesia sólo casa a los no pecadores . “El sacramento del matrimonio debe recibirse en estado de gracia y con la debida preparación; por ello se le recomienda a los contrayentes confesarles antes”. Si han cometido algún pecado se confiesan y asunto arreglado. Pero “los convivientes y los unidos sólo en matrimonio civil se hallan en permanente estado de pecado y no pueden recibir los sacramentos”.



Cada vez creo más en mí.


(Y mi gran AMIGA incondicional Sor.... leyendo estas cosas...ayyy!!)